La tecnología avanza rápidamente y genera cambios, sobre todo en el ámbito laboral. Hay quienes afirman que la automatización traerá más trabajo y otros que dicen que disminuirá la posibilidad de conseguir uno.
Miles de operaciones financieras se efectúan electrónicamente en el mundo, y cada día más empiezan a migrar de lo físico a lo digital. Trazabilidad, control, revisión y actualización en línea son factores de éxito de este tipo de documentos.
Con las facturas pasa lo mismo, el concepto de e-factura existe en Colombia desde 2007, aunque su uso no esté muy extendido, y solamente cerca de cien empresas la utilicen. En la actualidad, la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales, DIAN, apunta a su masificación.
Inicialmente, se prevé que cerca de 830 grandes empresas deban implementar plataformas de e-facturación. Se trata de un mecanismo que será de gran ayuda para controlar la evasión de impuestos y el contrabando. Pero más allá de eso, se estima que su uso se masifique por las facilidades que implica para las compañías.
Un componente más, muchos pasos menos
Una factura es un documento regulado por la ley, con unos requisitos y unos campos obligatorios. La e-factura es prácticamente idéntica a la tradicional, incluso, es acompañada por firmas digitales (un mecanismo equivalente a la firma manuscrita que garantiza la integridad y autenticidad de un documento o transacción electrónica y la identidad y responsabilidad de su autor). En lo único que difiere es en un campo adicional. Se trata de un código hexadecimal que solo puede generar quien cuente con una clave técnica otorgada por la DIAN, y con un certificado digital. Así, en este se codifican varios parámetros variables de la plataforma que hacen que la factura sea única. Además, por disposición de la DIAN de mediados de febrero de 2016, cada página de la factura debe llevar un código QR que representa el contenido técnico de control.
Igual a la factura tradicional, debe garantizar: autenticidad e integridad, es decir, una vez generada no puede tener ningún cambio. Y debe ser: expedida, entregada, aceptada, conservada y exhibida.
Digitalizar no es generar un documento electrónico
Así como en las operaciones bancarias, el comprobante de una consignación llenado a mano en una oficina y escaneado para enviarle al dueño de la cuenta, no es una transacción electrónica; una factura que se genera físicamente y se exhibe en un PDF para que el cliente la consulte, tampoco es una factura electrónica.
La e-factura nace, se transmite y se consulta digitalmente. Puede imprimirla quien la recibe, pero no es necesario. Para que el usuario sepa si es o no e-factura solo necesita ver si tiene código hexadecimal.
Plataforma especial
Para la implementación de la e-factura, la DIAN exige a las empresas tener una plataforma tecnológica que garantice la legalidad de la transacción, con todos los campos obligatorios tradicionales de la factura de papel. Durante el proceso, la misma DIAN genera una clave con la cual, sumada al certificado digital de la plataforma, se crea un código hexadecimal que sirve de contenido técnico de control y avala la legalidad del trato comercial.
La plataforma puede crearla la propia empresa que genera la factura, pero como se trata de una actividad especializada, la normatividad contempla que un tercero pueda ser proveedor del servicio siempre y cuando certifique el cumplimiento de los requisitos definidos por la norma.
Una solución con la marca Cadena
Cadena ha desarrollado una plataforma que cumple todas las condiciones y se puede implementar en cualquier compañía de manera muy ágil.
Esta plataforma trabaja en un formato electrónico estándar para garantizar la neutralidad tecnológica, es decir, hacer que sea entendible en distintos sistemas de información. Además, la transmisión telemática debe garantizar integridad, lo cual se obtiene con el contenido técnico de control. La información queda almacenada y al receptor de la factura le llega una notificación para que, logueado en la plataforma, vea todos los datos, y en caso de requerirlo, puede visualizar la factura en un PDF –similar a una física–. Incluso, en el mismo sistema puede aceptar, comentar o rechazar la factura.
Las ventajas de facturar electrónicamente
Una plataforma sólida puede integrar la información con el software contable o el ERP. Cadena, que además presta servicios de gestión documental, ha desarrollado en su plataforma la posibilidad de adjuntar archivos, que en ocasiones es necesario como justificación de facturas. Además de cumplir todas las normas, las partes implicadas en el proceso tienen trazabilidad de la información, y se generan alertas de facturas elaboradas, revisadas y aprobadas.
Una plataforma como esta aligera los procesos de facturación. La información se aloja en Cadena, así que el generador de la factura (Empresa) y cliente pueden hacer sus procesos con una clave de usuario para acceder a la aplicación.
Con la e-factura hay:
- Ahorros de equipos, personal y tiempo.
- Reducción de costos de inventario.
- Optimización logística.
- Incremento de la productividad, de la calidad de la información y de la capacidad de reacción.
- Generación automática de reportes solicitados por la DIAN.
Las condiciones para implementar un sistema de e-factura
- Garantía de autenticidad de la factura. Cadena tiene certificados digitales que garantizan la inalterabilidad de la factura.
- Emisión de informes a la autoridad tributaria. La plataforma los genera cuando lo exige la ley y por demanda de la empresa usuaria.
- Facilidad en el manejo. La plataforma permite programar facturas idénticas en fechas determinadas y alimentarlas modificándolas en su totalidad o con cambios puntuales.