Siempre se dijo que la transformación digital tenía una condición sine qua non: la cultura adecuada. Hoy contamos con ella, la tecnología es un imperativo, hace que muchas empresas sigan funcionando, se democratizó y, como por arte de magia, la necesidad hizo que muchos aprendiéramos lo que antes nos parecía complejo.
Solo por dar un ejemplo, tres de los temas que generaban todo tipo de cuestionamientos y sensibilidades hace cinco meses, hoy son protagonistas en el mundo: la automatización, que le permite a muchas empresas seguir funcionando y ser más eficientes; la inteligencia artificial, el recurso que más está ayudando a adelantarse en la toma de decisiones; y la robotización, que garantiza la operación y renta mínima a sectores álgidos de la economía.
Lo que antes parecía una utopía, como que Rappi repartiera domicilios con robots, se vio en las calles de Medellín, gracias a la empresa antioqueña Kiwibot; mientras que en China y Corea del Sur, a través de georreferenciación de teléfonos inteligentes, se detecta la cercanía de infectados con COVID 19, resalta Helmut Cepeda, vicepresidente de Expansión de RD Station, firma de servicios y tecnologías de la información.
Para completar este buen momento, la crisis ha proporcionado al mundo una mayor conciencia que antepone a las personas ante la economía, una línea delgada entre desarrollo y transformación tecnológica.
Las tecnologías sin contacto lideran la nueva transformación digital, dice Edgar Salas, CEO de AZLOGICA, empresa de soluciones de internet de las cosas.
Las tecnologías del poscovid
- Interfaces sin contacto: biometría, lectura de iris, asistentes de voz y otros desarrollos que permitan entrar, salir, prender, apagar, activar y acceder a servicios sin tocar nada.
- Big data: desde la captura, almacenamiento, diseño, presentación y análisis de datos.
- Internet de las cosas: para el monitoreo remoto de los procesos y vigilancia de activos.
- Machine learning: para atender y tomar decisiones con interpretación de datos en tiempo real.
- Telemedicina: para chequeos y atención remota de la salud.
- Impresoras 3D: para la fabricación de dispositivos de todo tipo en casa.
- 5G: la plataforma de comunicaciones ideal para disminuir la latencia de la red en procesos como la telemedicina y en otros casos puntuales que exigen mayor soporte.
- Robotización: para facilitar la operación de compañías, mientras las personas piensan.
- E-learning: para facilitar la enseñanza personalizada, remota y on demand.
- Inteligencia artificial: para adelantarse a la toma de decisiones de todo tipo y sectores.
Para soportar la transformación digital es prioritario desarrollar el ultra-aprendizaje en los equipos de trabajo, que incluye metodologías autodidactas e impartidas para adquirir habilidades y conocimientos de una manera más rápida y eficaz, resalta Ricardo Pineda, cofundador de Vansa, empresa de educación para el trabajo del futuro.
El objetivo de la transformación tecnológica será apoyar la adaptabilidad a cambios que cada vez serán más fuertes y más retadores, además de facilitar las técnicas de trabajo de equipos remotos con cuatro principios relevantes para afrontar la pandemia: la empatía, la ética, la autogestión y la inteligencia emocional al servicio de, primero las personas, y luego, de la economía.
Las 6 fases de la transformación digital
- Visión estratégica: compete a la direccción para ver riesgos y oportunidades de la transformación digital, marcar directrices y generar el empowerment para el cambio.
- Digitalizar procesos: cómo aplicar la tecnología para ser más económicos en tiempo, dinero y generación de valor al usuario.
- Puntos de contacto: entender los procesos de cara a los clientes actuales y potenciales y proveedores, etc. para aportarles valor.
- Productos y servicios: cómo digitalizar los productos y servicios o crear otros nuevos a través de lo digital.
- Modelo de negocio: cómo replantear la monetización a través de añadir tecnología a los productos y servicios.
- Gestión del cambio: cómo gestionar la transformación digital con habilidades blandas.
Las personas no serán reemplazadas por la tecnología, sino por las personas que sepan relacionarse bien con las máquinas.