La comunicación ha evolucionado al ritmo de las generaciones, y en esta era digital, cada grupo encuentra en los canales disponibles una forma de expresión que se adapta a sus hábitos, necesidades y estilo de vida.
Entender las preferencias de los usuarios se ha convertido en una tarea clave para las empresas. El canal de comunicación elegido por cada generación, más que una tendencia, refleja sus necesidades, estilos de vida y hábitos digitales. En Cadena, la experiencia en soluciones tecnológicas ha permitido identificar un hecho sorprendente: el mensaje de texto se mantiene como el canal de mayor demanda.
Así lo afirma Laura Ramírez, directora Comercial de Comunicaciones Relacionales en Cadena, quien destaca qué, a pesar del auge de las redes sociales y las aplicaciones de mensajería instantánea, el SMS sigue siendo una opción favorita para comunicaciones corporativas y personales. Pero ¿por qué este canal, aparentemente sencillo, sigue vigente en un entorno lleno de alternativas más sofisticadas?
La respuesta radica en la eficacia. Los mensajes de texto llegan directamente al usuario, no requieren conexión a internet y, gracias a su formato breve, garantizan que el contenido sea rápido de leer y fácil de procesar. Estas características lo convierten en una herramienta poderosa, especialmente en un panorama donde la inmediatez es vital. Además, su tasa de apertura, que supera ampliamente la de los correos electrónicos, asegura que los mensajes lleguen a su destinatario y no se pierdan en bandejas de entrada colapsadas.
Descripción canales y audiencias
Llamadas telefónicas: la conexión personal
Aunque las llamadas telefónicas han disminuido en popularidad entre los más jóvenes, todavía son esenciales para temas que requieren una interacción más personal o de alta complejidad. Generaciones como los baby boomers o la Generación X, acostumbradas a la calidez de una voz humana, siguen valorándolas como un medio para resolver problemas rápidamente o profundizar en relaciones comerciales y personales. Las empresas que entienden esto pueden generar confianza y empatía con este público al priorizar las llamadas en momentos clave.
Chats y mensajería instantánea: la opción de las nuevas generaciones
WhatsApp, Messenger y otras aplicaciones de mensajería instantánea han ganado un lugar privilegiado entre millennials y centennials. La combinación de inmediatez y flexibilidad, junto con la posibilidad de adjuntar archivos, imágenes o audios, los hace ideales para interacciones rápidas y prácticas. En el ámbito empresarial, estos canales permiten una comunicación fluida y directa con los clientes, fortaleciendo la experiencia del usuario.
Correo electrónico: el puente formal
Aunque muchos podrían considerarlo un canal en declive, el correo electrónico sigue siendo fundamental en el ámbito corporativo. Su formalidad y capacidad de documentar conversaciones lo posicionan como el canal preferido para propuestas comerciales, contratos o comunicaciones que requieren un historial detallado. Es especialmente relevante entre generaciones mayores y sectores que valoran la precisión y el orden.
Redes sociales: la comunicación pública
Finalmente, no podemos ignorar el impacto de las redes sociales como canales de interacción masiva. Para las generaciones más jóvenes, plataformas como Instagram, TikTok o LinkedIn son más que una herramienta de entretenimiento, se han convertido en medios de networking y canales de atención al cliente. Las marcas que dominan este entorno conectan con su audiencia de manera auténtica y emocional.
Un ecosistema de comunicación efectiva
Lo que está claro es que no hay un canal único que gobierne las preferencias. Cada generación y cada usuario elige el medio que mejor se adapta a sus expectativas y contexto. Desde Cadena, la apuesta está en entender estos comportamientos y ofrecer soluciones tecnológicas que permitan a las empresas comunicarse efectivamente con sus usuarios. Eligiendo la forma y el canal más adecuado para conectar con ellos a partir de los datos que entregan las diferentes interacciones, y que posteriormente permiten analizar las preferencias de cada segmento.
Las empresas deben tener presente que el verdadero desafío no es solo elegir el canal correcto, sino también usarlo para construir relaciones significativas y generar valor. Porque, al final del día, la mejor estrategia de comunicación es aquella que logra hacer sentir al cliente escuchado, entendido y, sobre todo, conectado. Para esto, los datos son esenciales.
