¿Sabías que el costo promedio de una filtración de datos ya supera los 4,45 millones de dólares a nivel mundial (IBM, 2024)? Y que, en la mayoría de los casos, la causa principal está en un error humano dentro de la empresa. La ciberseguridad no es solo un tema de tecnología, es un asunto estratégico que involucra directamente a los líderes. Por eso, hablar de ciberseguridad para ejecutivos es hablar de continuidad del negocio, confianza y reputación corporativa.
¿Por qué la ciberseguridad también es responsabilidad de los ejecutivos?
Durante mucho tiempo se pensó que la protección digital era tarea exclusiva de los equipos de TI. Sin embargo, los ataques cibernéticos además de afectar sistemas impactan directamente los resultados financieros, la confianza de los clientes y hasta el valor de la marca. Para los líderes empresariales, entender la ciberseguridad significa anticipar riesgos, proteger ingresos y asegurar la sostenibilidad de la empresa.
Riesgos más comunes para las empresas
Los riesgos de ciberseguridad son cada vez más diversos y sofisticados. Entre los más frecuentes están el robo de información financiera o de clientes, la interrupción de servicios digitales por caídas de sistemas, la suplantación de identidad de directivos o proveedores y el uso indebido de datos sensibles por falta de controles. Aunque parecen distintos, todos tienen un punto en común: afectan la continuidad de la operación y la confianza que el mercado deposita en la empresa.
Lo que los ejecutivos deben entender (sin necesidad de ser técnicos)
No se trata de conocer configuraciones de firewalls o algoritmos de cifrado. Se trata de que los líderes tengan una visión clara de su rol en la protección digital de la organización. Aquí algunos puntos clave:
- Invertir con visión estratégica: asignar presupuesto en ciberseguridad no es un gasto, es asegurar la continuidad del negocio y evitar pérdidas mucho mayores.
- Exigir reportes claros: los equipos de TI deben entregar información sencilla y periódica sobre los riesgos, las vulnerabilidades y las acciones de mitigación.
- Promover una cultura de seguridad: los colaboradores son la primera línea de defensa; capacitarlos reduce significativamente los riesgos.
- Cumplir con la normatividad: proteger la información no es un requisito legal que evita sanciones y fortalece la reputación.
Ejemplos que dejan lecciones
Los casos reales evidencian lo crítico del tema. El ataque de ransomware a Colonial Pipeline en 2021 obligó a cerrar un oleoducto en Estados Unidos y generó pérdidas multimillonarias, además de afectar el suministro de combustible. En América Latina, los ataques de este tipo crecieron más del 50% en 2023, según Kaspersky, afectando a sectores como banca, gobierno y servicios públicos.
El retorno de la actividad económica tras la pandemia, junto con el uso de herramientas de inteligencia artificial para crear estafas automatizadas, disparó los intentos de fraude digital en la región. Según Kaspersky, en el último año se registraron 286 millones de bloqueos de intentos de phishing, lo que equivale a un aumento del 617% y un promedio de 544 ataques por minuto.
Estas situaciones muestran que ninguna empresa está exenta, sin importar su tamaño o sector, y que los directivos deben ver la ciberseguridad como parte integral de la gestión empresarial.
5 prácticas que los líderes pueden implementar para aportar a la ciberseguridad empresarial
- Impulsar una cultura de prevención
El phishing funciona porque las personas caen en el engaño. Los líderes deben promover entrenamientos constantes y campañas internas para que los equipos sepan identificar correos, mensajes o enlaces sospechosos. - Exigir protocolos claros de seguridad
Desde la alta dirección se debe respaldar la implementación de políticas como doble autenticación, uso de contraseñas seguras y procesos de verificación de proveedores o pagos. - Asignar presupuesto a la ciberseguridad
Muchas veces las empresas se exponen porque no invierten en soluciones de detección y monitoreo. El liderazgo debe ver esto como una inversión en continuidad y confianza, no como un gasto. - Mantenerse informados
Aunque no sean técnicos, los ejecutivos deben pedir reportes periódicos sobre incidentes, riesgos y planes de acción. Con información clara, pueden tomar mejores decisiones. - Dar ejemplo en el uso responsable de la tecnología
Si los líderes son los primeros en aplicar buenas prácticas digitales, inspiran al resto de la organización a tomarlas en serio.
La ciberseguridad ya no puede verse como un tema técnico que se delega. Es un pilar de la estrategia de negocio. Los ejecutivos no necesitan ser ingenieros en sistemas, pero sí deben comprender los riesgos, respaldar las inversiones necesarias y fomentar una cultura organizacional orientada a la protección de la información.
Cuando la alta dirección se involucra, la empresa gana en confianza, credibilidad y capacidad de respuesta frente a incidentes. Los datos son el activo más valioso, los líderes que priorizan la ciberseguridad blindan el futuro de su negocio.